Conocido por | Famoso por su novela El principito |
Nacido | 29 de junio de 1.900 - Lyon (Francia) |
Fallecido | 31 de julio de 1.944 (44 años) – Algún lugar del Mar Mediterráneo, cerca de Marsella, en la Francia ocupada |
Otras ocupaciones | Piloto y periodista |
Obras notables | “El principito (ver resumen)”, “El aviador”, “Correo del sur”, “Vuelo nocturno”, “Tierra de hombres”, “Piloto de guerra” |
Introducción
Antoine de Saint-Exupéry fue un escritor, poeta, periodista y aviador francés, famoso por su novela El principito. Participó en la Segunda Guerra Mundial como piloto de reconocimiento y desapareció en una misión sobre el Mediterráneo en 1.944. Sus obras reflejan sus experiencias como pionero de la aviación y su filosofía humanista.
Antoine Marie Jean-Baptiste Roger de Saint-Exupéry nació en Lyon, Francia, en 1.900, en una familia aristocrática católica con raíces antiguas. Su padre murió cuando él tenía cuatro años, dejando a su familia en la pobreza. Tenía tres hermanas y un hermano menor, François, que murió de fiebre reumática a los 15 años.
Fracasó dos veces en los exámenes finales de la Academia Naval y estudió arquitectura en la École des Beaux-Arts sin graduarse. Trabajó en varios empleos ocasionales sin éxito. En 1.921 comenzó su servicio militar como soldado y luego se trasladó a la Fuerza Aérea Francesa, donde recibió sus alas de piloto.
En 1.926, se unió a la Compagnie Latécoère en Toulouse y ayudó a establecer rutas de correo aéreo sobre el noroeste de África, el Atlántico Sur y Sudamérica. En la década de 1.930 trabajó como piloto de pruebas, agregado de publicidad para Air France y reportero para Paris-Soir.
Se convirtió en uno de los pioneros del correo aéreo, trabajando en rutas en Europa, África y Sudamérica. En 1.931 se casó con Consuelo Suncin, una escritora y artista salvadoreña, con quien tuvo una relación tormentosa y llena de infidelidades.
En 1.939, a pesar de las discapacidades permanentes resultantes de graves accidentes aéreos, se convirtió en piloto de reconocimiento militar. Después de la caída de Francia (1.940), se fue a los Estados Unidos; permaneció allí hasta 1.943, cuando reanudó el vuelo con su antiguo escuadrón en el Mediterráneo.
Saint-Exupéry encontró en la aviación tanto una fuente para la acción heroica como un nuevo tema literario. Sus obras exaltan las aventuras peligrosas al costo de la vida como la realización más alta de la vocación del hombre.
Desapareció el 31 de julio de 1.944 mientras volaba en una misión de reconocimiento sobre el Mediterráneo durante la Segunda Guerra Mundial. Había partido esa mañana en un avión Lightning P 38, pero no regresó a la base. Su nave desapareció de los radares cuando aún le quedaba combustible para más de una hora de vuelo.
Aunque los restos de su avión fueron descubiertos frente a la costa de Marsella en el año 2.000, la causa final del accidente sigue siendo desconocida. Su muerte sigue siendo un misterio y ha sido objeto de muchas especulaciones y teorías.
Su legado literario y su contribución a la aviación siguen siendo recordados y celebrados en todo el mundo. Su historia, El Principito, es una hermosa historia para enseñarnos a los adultos a reconciliarnos con nuestro niño interior. Una historia para sanar, de una manera u otra, al niño roto que todos llevamos dentro. Con sus palabras, Saint Exupéry dibujó una especie de mapa para ayudarnos a encontrar un tesoro perdido: nuestra infancia.