Biografías Cortas

Biografía Corta de Horacio Quiroga

Biografía Corta de Horacio Quiroga

Ficha Biográfica

Conocido por Escritor uruguayo, precursor del realismo mágico.
Nació 31 de diciembre de 1.878 Salto Uruguay
Falleció 19 de febrero de 1.937 (a los 58 años) Buenos Aires Argentina
Obras notables: "Anaconda (ver resumen)", "Historias de la selva"

Biografía Resumida


Introducción

Horacio Quiroga (nacido el 31 de diciembre de 1.878 y fallecido el 19 de febrero de 1.937), cuentista uruguayo cuya imaginativa descripción de la lucha de seres humanos y animales por sobrevivir en la selva tropical le valió el reconocimiento como maestro del cuento.

También destacó en la descripción de enfermedades mentales y estados alucinatorios, en relatos que anticipan los de maestros posteriores del siglo XX como el escritor estadounidense William Faulkner.

Primeros años

Horacio Quiroga nació en Uruguay en 1.878 y pasó gran parte de su infancia en el campo, donde tuvo su primer contacto con la naturaleza y la caza. Tras la muerte de su padre, la familia se trasladó a Montevideo y Quiroga comenzó a estudiar en el liceo local.

A los 17 años, se trasladó a Buenos Aires para estudiar en la Facultad de Derecho, pero abandonó sus estudios para dedicarse a la literatura.

Carrera

Tras un viaje por Europa en 1.900, Quiroga se instaló de nuevo en Montevideo y al año siguiente publicó su primera colección literaria, Los arrecifes de coral. A pesar de ello, el logro se vio ensombrecido por la muerte de sus dos hermanos, que sucumbieron a la fiebre tifoidea ese mismo año.

La mal suerte no le abandonó, al año siguiente Quiroga disparó y mató accidentalmente a un amigo mientras comprobaba su pistola antes de un duelo. La policía le absolvió de cualquier delito, pero no pudo escapar a su sentimiento de culpa y abandonó Uruguay para trasladarse a Argentina, donde pasaría el resto de su vida.

Instalado en Buenos Aires, Quiroga encontró trabajo como profesor y continuó desarrollando su escritura, publicando la colección El crimen ajeno en 1.904 y el cuento "El almohadón de plumas" en 1.907, ambos prometedores, así como la considerable influencia de la obra de Edgar Allan Poe.

Durante su estancia en Buenos Aires, Quiroga realizó frecuentes incursiones en la selva cercana, y en 1.908 se trasladó a una granja en la selvática provincia de Misiones. Allí comenzó a publicar relatos que sumergían al lector en la selva.

En 1.909 se casó con una de sus alumnas, Ana María Cires. Aunque tendrían dos hijos en los años siguientes, la vida remota y peligrosa que llevaban fue demasiado para Ana, que se suicidó bebiendo veneno en diciembre de 1.915.

Tras esta tragedia, Quiroga regresó con sus hijos a Buenos Aires y trabajó en el consulado uruguayo. También siguió escribiendo, y son los relatos de esta época los que han llevado a Quiroga a ser identificado como el padre del cuento latinoamericano moderno. Obras como Cuentos de amor, locura y muerte (1.917) y Cuentos de la selva (1918) dieron vida al mundo de Quiroga, que describía tanto la violencia como el encanto de la jungla.

En la nueva década, Quiroga continuó su prolífica producción, publicando la obra de teatro El degollado (1.920) y las colecciones de cuentos Anaconda (1.921), El desierto (1.924), El pollo decapitado y otros relatos (1.925) y El desterrado (1.926). En esta época también se aventuró en la crítica y escribió un guión para un proyecto cinematográfico que no llegó a realizarse.

En 1.927, Quiroga volvió a casarse con una joven llamada María Elena Bravo, y dos años más tarde publicó su segunda novela, Amores pasados. En 1.932 se trasladaron de nuevo a su granja de Misiones, pero las dificultades que habían asolado a Quiroga durante toda su vida le siguieron hasta allí.

Muerte y legado

En medio de una persistente enfermedad, publicó su última obra en 1.935, momento en el que su mujer le abandonó y regresó a Buenos Aires, adonde el propio Quiroga volvió en 1.937 para recibir tratamiento. Se le diagnosticó un cáncer de próstata terminal, y el 19 de febrero de ese año se suicidó bebiendo veneno.

Quiroga es considerado uno de los precursores del realismo mágico, un movimiento literario que se caracteriza por mezclar lo mágico y lo real en una misma obra. Su influencia en escritores posteriores es evidente, y se puede ver en la obra de autores latinoamericanos como Gabriel García Márquez y Julio Cortázar, quienes también emplearon esta técnica en sus escritos.

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