Resumen Corto del Cantar de mio Cid

Ficha del Libro

Resumen Breve

"El Cantar del Mío Cid" es probablemente la obra más importante de la literatura medieval en España y una de las más relevantes de caballería en Europa. La obra se muestra en tres partes o cantares: el Cantar del Destierro, el Cantar de las Bodas y el Cantar de la Afrenta de Corpes.

Cantar del Destierro

El relato empieza con el Cid siendo enviado al exilio por el rey Alfonso VI de Castilla. Acusado de haber robado dinero a la corona, el Cid es obligado a abandonar su hogar y a dejar atrás a su esposa, Doña Jimena, y a sus dos hijas, Elvira y Sol. Aunque el Cid clama su inocencia, el rey no da marcha atrás en su decisión. Sin embargo, antes de partir, el Cid entra en la iglesia para rezar y encomendarse a Dios, buscando fuerzas para enfrentar su destierro.

Rodrigo Díaz de Vivar sale de Vivar, su lugar natal, acompañado por sus fieles caballeros. Mientras se dirigen hacia tierras musulmanas para buscar fortuna y mantener su honor, el Cid muestra su gran habilidad como líder y estratega militar. En su camino, derrota a varios adversarios y toma numerosas ciudades, ganando fama y respeto tanto entre cristianos como entre musulmanes.

Durante su exilio, el Cid se convierte en un mercenario, ofreciendo sus servicios a distintos señores musulmanes. En este proceso, conquista importantes plazas, como Castejón y Alcocer, lo que incrementa su riqueza y poder. Su éxito militar le permite enviar regalos y tributos al rey Alfonso, buscando así su perdón y la restauración de su honor.

Cantar de las Bodas

El segundo cantar se centra en la reconciliación del Cid con el rey Alfonso VI y en el matrimonio de sus hijas. Después de sus numerosas victorias y tras enviar generosos tributos al rey, el Cid es perdonado y sus bienes le son devueltos. El monarca, impresionado por las hazañas del Cid, decide casar a sus hijas con los infantes de Carrión, miembros de una noble y poderosa familia.

Las bodas de Elvira y Sol con los infantes de Carrión se celebran con gran pompa y alegría. El Cid, satisfecho con la restauración de su honor y con el futuro asegurado de sus hijas, continúa sus campañas militares, consolidando su dominio sobre la región de Valencia. Bajo su liderazgo, Valencia se convierte en un próspero reino, respetado por cristianos y musulmanes.

Cantar de la Afrenta de Corpes

El tercer y último cantar trata sobre la deshonra y venganza del Cid tras el maltrato que sufren sus hijas a manos de sus esposos. Los infantes de Carrión, mostrando su cobardía y falta de nobleza, abusan de Elvira y Sol, abandonándolas en el robledal de Corpes. Este acto vil y traicionero provoca la indignación del Cid y pone en juego nuevamente su honor.

Rodrigo Díaz de Vivar demanda justicia ante el rey Alfonso VI. El monarca, al conocer la verdad, organiza unas cortes en Toledo para resolver el asunto. En este tribunal, el Cid expone las atrocidades cometidas por los infantes de Carrión y exige reparación. Los infantes son desafiados a duelo por los hombres del Cid, quienes, en combates singulares, demuestran la superioridad y justicia de su causa, venciendo a los cobardes infantes.

Tras estos eventos, el Cid logra casar nuevamente a sus hijas, esta vez con los infantes de Navarra y Aragón, consolidando así alianzas más prestigiosas y honorables. Estas nuevas uniones refuerzan el estatus y la posición del Cid en el reino, asegurando un legado de honor y respeto.

Apuntes finales

"El Cantar del Mío Cid" concluye con la reafirmación del honor y la justicia del héroe. Rodrigo Díaz de Vivar se presenta como un modelo de virtud y valentía, un líder ejemplar que enfrenta la adversidad con dignidad y que lucha incansablemente por su honor y el bienestar de su familia. La obra no solo narra las hazañas bélicas del Cid, sino también sus valores y su capacidad para superar las dificultades, ganándose el respeto y la admiración de todos a su alrededor.

"El Cantar" es una epopeya de honor, valentía y justicia, que celebra la figura del Cid Campeador como el máximo exponente del caballero medieval español, capaz de imponer su voluntad y recuperar su estatus a través de la fuerza de su carácter y sus hazañas en el campo de batalla.