Resúmen breve de Así Habló Zaratustra

Resumen Corto de Así Habló Zaratustra

Resumen Corto de Así Habló Zaratustra

Ficha del Libro

Título original Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen (Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie)
Autor Friedrich Nietzsche (ver biografía)
Género Novela filosófica
Año de publicación 1.883-1.885 (publicada originalmente por partes)

Sinopsis


"Así Habló Zaratustra" de Friedrich Nietzsche es una obra filosófica que sigue a Zaratustra, un profeta que comparte su sabiduría tras años de soledad. Zaratustra enseña sobre la superación personal, la voluntad de poder y el eterno retorno. Se enfrenta a varios personajes y desafíos, incluyendo un falso profeta que distorsiona sus enseñanzas. La obra culmina con Zaratustra superando su última tentación: la compasión. Nietzsche utiliza esta narrativa para explorar temas profundos como la muerte de Dios, la creación de significado y la naturaleza del bien y del mal.

Resumen Breve

Zaratustra, un sabio y profeta de treinta años, ha decidido retirarse a las montañas. Tras una década de soledad, emerge de su cueva con el deseo de descender a la humanidad y compartir su sabiduría. En su descenso por la montaña, se encuentra con un anciano santo que aún no ha comprendido que “Dios ha muerto”.

Al llegar a un pueblo, Zaratustra se dirige a la multitud reunida para presenciar la actuación de un equilibrista. Les anuncia: “Os presento al superhombre. El ser humano es algo que debe trascenderse”. El superhombre, una versión más evolucionada mental y espiritualmente de la humanidad, representa el propósito de la vida; en lugar de aferrarse a esperanzas celestiales, la gente debería creer en él. Sin embargo, la multitud se burla de Zaratustra. Inesperadamente, el equilibrista, asustado por un bufón, cae de la cuerda y pierde la vida. Zaratustra se lleva su cuerpo fuera de la ciudad y lo entierra. Al día siguiente, comprende que su verdadera vocación no es dirigirse a las masas, sino guiar a los individuos hacia la grandeza. Buscará a otros “creadores de valores” y les enseñará sobre el superhombre.

Zaratustra se comunica con sus seguidores a través de una extensa serie de discursos. Enseña que el espíritu humano evoluciona a lo largo de tres etapas: del camello agobiado al león amante de la libertad y, finalmente, al niño inocente. Aunque el león desafía los valores convencionales, solo el niño tiene la capacidad de crear nuevos valores; esto simboliza la voluntad inherente del espíritu. Zaratustra también declara que ha superado su creencia en Dios y exhorta a sus seguidores a hacer lo mismo. Según él, la creencia en un más allá fue concebida por aquellos que sienten resentimiento hacia la vida misma, y no pueden ser guías hacia el Superhombre.

En lugar de escuchar a quienes desprecian la existencia terrenal y predican la muerte, los seguidores de Zaratustra deben convertirse en guerreros que luchan por la superación de la humanidad. Esta transformación, la creación de nuevos valores, generalmente ocurre en la soledad, alejada de las masas.

Zaratustra también sostiene que los diferentes grupos de personas poseen valores distintos: lo que un grupo considera virtuoso, otro puede verlo como vergonzoso. Llega a la conclusión de que los valores no provienen del cielo, sino que son ejercicios de poder. En otras palabras, no existen valores objetivos.Tomemos como ejemplo el amor al prójimo. Aunque tradicionalmente se considera uno de los valores morales más elevados, Zaratustra argumenta que es simplemente una forma de evadir al Superhombre. Otro ejemplo es la glorificación de la muerte. Zaratustra cree que incluso Jesucristo murió demasiado pronto porque aún no había aprendido a amar la tierra; otros han sufrido debido a este ejemplo desde entonces.

Finalmente, Zaratustra se retira nuevamente a la soledad, instando a sus discípulos a no imitarlo servilmente, sino a buscar su propio camino. Años después, sueña que sus antiguos seguidores lo representan como un demonio, y él se regocija, sabiendo que ha llegado el momento de enseñarles de nuevo. En los discursos que siguen, Zaratustra aborda diversos temas, incluida la compasión. En su opinión, la compasión hacia el prójimo está fuera de lugar, ya que la lástima solo engendra obligación y resentimiento. El verdadero amor debe trascender la piedad.

Asimismo, Zaratustra advierte contra las demandas de “igualdad”. A menudo, la lucha por la igualdad es en realidad envidia y venganza disfrazadas de debilidad; los seres humanos no son iguales, de lo contrario no habría necesidad del Superhombre. Zaratustra también desarrolla el concepto de la “voluntad de poder”, una fuerza vital procreadora e inagotable que impulsa a la humanidad. Todos poseen esta voluntad, aunque solo los fuertes la expresan plenamente al superarse una y otra vez.

Zaratustra comparte una historia sobre el derrocamiento del Espíritu de la Gravedad, un enano burlón que simboliza la conciencia culpable de la humanidad. También tiene una visión de un pastor que muerde la cabeza de una serpiente que lo está asfixiando hasta la muerte, y luego salta riendo. Esta visión representa la necesidad de rechazar los valores opresivos y convencionales para vivir libremente y ejercer la propia voluntad de poder. Zaratustra deambula entre la gente y se desilusiona al ver que muchos se conforman con virtudes mediocres y vidas cómodas. Les insta a “ser como puedan”.

Después de esto, Zaratustra regresa a su cueva, regocijándose una vez más en la soledad. Aunque aún no ha llegado el momento de acercarse nuevamente a la humanidad, reflexiona sobre sus principales enseñanzas. Insiste en que los individuos superiores de la humanidad, los creadores, deben descubrir nuevos valores, un nuevo bien y un nuevo mal. Los antiguos sistemas de valores deben ser desmantelados por una nueva nobleza, que construirá un sistema renovado, a pesar de la oposición de aquellos que se consideran “buenos y justos”.

Una mañana, Zaratustra despierta abrumado por un nuevo pensamiento. Conversando con sus compañeros animales (un águila y una serpiente), Zaratustra comprende que todo en la existencia se ha repetido infinitas veces y volverá a hacerlo. Esta doctrina de el Eterno Retorno difiere de la idea de una vida después de la muerte; en cambio, implica un ciclo interminable de la misma vida. Solo un creador, un ser superior que ejerce la voluntad de poder, puede abrazar esta eterno retorno; las personas mediocres están demasiado atrapadas por el pecado, el arrepentimiento y el miedo para aceptarla. Zaratustra entona una canción que expresa su “anhelo de eternidad”.

Años después, Zaratustra aguarda una señal que indique que ha llegado el momento de descender nuevamente a la humanidad. Un profeta sombrío lo visita y le llama la atención sobre un lejano grito de angustia. Conmovido, Zaratustra decide ayudar a los afligidos. Vaga por los bosques de sus dominios y se encuentra con individuos que él considera Hombres Superiores.

Entre ellos se encuentran dos reyes, un científico, un hechicero y un anciano Papa. También se topa con el “hombre más feo”, una figura lamentable que mató a Dios antes de ser compadecido por una deidad demasiado blanda y compasiva para existir. Además, Zaratustra se encuentra con un mendigo y la sombra de un librepensador. Aunque todas estas personas son simplemente puentes hacia el Superhombre, Zaratustra las invita a su cueva para celebrar una fiesta y debatir sobre el papel y las características del Hombre Superior. Insiste en la importancia de superar al hombre común en busca del Superhombre, una hazaña que se logra mediante la voluntad de poder.

Esa noche, los Hombres Superiores cometen un intento erróneo de adorar a un burro, lo que lleva a Zaratustra a reprender su ignorancia y a elogiar su progreso más allá de la creencia en Dios. Los Hombres Superiores se regocijan con Zaratustra ante la idea del Eterno Retorno.

A la mañana siguiente, Zaratustra se encuentra con un león risueño, reconociéndolo como la señal de que ha llegado el momento de su descenso final a la humanidad. Cuando los Hombres Superiores retroceden asustados ante el león, Zaratustra se da cuenta de que ha superado su persistente debilidad: la tentación de compadecerse de ellos. Ahora está maduro y perfeccionado; sus hijos (la raza del Superhombre) están cerca; y el gran mediodía pronto se alzará. Con esto, Zaratustra abandona su cueva, resplandeciente como el sol.

En esta web, intentamos evitar analizar las obras. Así que si necesitas comprender este libro, te aconsejamos que aprendas sobre los cuatro temas principales de esta obra:

  1. La muerte de Dios
  2. El Übermensch (el Superhombre)
  3. La voluntad de poder
  4. El eterno retorno de la vida

Personajes

Personajes Descripción / Rol
Zaratustra Un profeta de origen persa conocido como “Zoroastro” en la cultura griega y en gran parte del mundo occidental, vivió y difundió sus enseñanzas en el siglo V a.C. Fue el pionero en la filosofía que veía el universo como un campo de batalla entre el bien y el mal. Nietzsche lo elige como personaje principal, ya que, según Nietzsche, el primer profeta que habló sobre el bien y el mal debería ser también el primero en trascender estos conceptos. En la obra, Zaratustra habla sobre el superhombre que ha trascendido los conceptos de bien y mal y ha aceptado el eterno retorno. No está claro si Nietzsche sugiere que Zaratustra es un superhombre, aunque si es así, solo se convierte en uno en la última parte del libro, cuando finalmente acepta el eterno retorno.
El Santo Un ermitaño que vive en el bosque y que Zaratustra encuentra después de salir de su cueva y dirigirse a la ciudad. Este santo una vez amó a la humanidad, pero se cansó de sus defectos y ahora solo ama a Dios. Le dice a Zaratustra que los hombres no necesitan el regalo que él les ofrece, sino ayuda: necesitan que alguien les alivie la carga y les dé caridad. Al despedirse del santo, Zaratustra se sorprende al descubrir que el anciano no sabe que “¡Dios ha muerto!”.
El equilibrista Cuando Zaratustra baja de la montaña, los ciudadanos de la ciudad se congregan en la plaza para ver la actuación del equilibrista. Durante la actuación, un bufón lo persigue, provocando que pierda el equilibrio, caiga y se lastime.
El hombre más feo Dentro del grupo de Hombres Superiores que Zaratustra encuentra en el bosque e invita a su cueva, el hombre más feo es “el asesino de Dios”. Dio muerte a Dios porque este se compadeció de sus infortunios.
Bufón Durante la actuación del equilibrista, aparece el bufón y lo persigue y se mofa de él, causando que el equilibrista caiga al suelo y sufra heridas mortales. El bufón también advierte a Zaratustra que huya de la ciudad, porque los habitantes le temen y lo consideran una amenaza.
Los animales de Zaratustra En su cueva de la montaña, Zaratustra convive con un águila (que simboliza la dignidad) y una serpiente (que simboliza la sabiduría). Son criaturas sensibles que hacen compañía a Zaratustra, le proveen de alimento, le consuelan en su soledad y, a veces, debaten con él sobre sus enseñanzas.
El profeta Un profeta de semblante oscuro visita la cueva de Zaratustra y le insta a tener piedad de los Hombres Superiores. El profeta representa a Arthur Schopenhauer, un filósofo de tendencia pesimista que tuvo una gran influencia en Friedrich Nietzsche.
Dos Reyes Dentro del grupo de Hombres Superiores que Zaratustra encuentra en el bosque e invita a su cueva, los dos reyes viajan con su asno en un intento de huir de las multitudes.
El Científico El científico se dedica al estudio de las sanguijuelas y está tan absorto en su trabajo que casi muere desangrado durante su investigación. Forma parte del grupo de Hombres Superiores.
El Hechicero El hechicero es un anciano astuto, engañoso y autocompasivo. Simboliza (y satiriza) a Richard Wagner, el amigo de juventud de Nietzsche. El hechicero logra tentar brevemente al resto de los Hombres Superiores hacia la melancolía. Forma parte del grupo de Hombres Superiores.
El viejo Papa El viejo Papa ya no cree en Dios. Le explica a Zaratustra cómo Dios “murió” con la decadencia del cristianismo. Forma parte del grupo de Hombres Superiores.
El mendigo El mendigo, que simboliza a Buda, se ha retirado de la ingrata humanidad para predicar a las vacas. Zaratustra le tiene un cariño especial. Forma parte del grupo de Hombres Superiores.
La Sombra La sombra es un pensador libre errante que ha perdido de vista su objetivo último. Forma parte del grupo de Hombres Superiores.

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